Viene de la publicación anterior: Prólogo
Madrid es esa ciudad que acoge con los brazos abiertos a todo aquel que así lo desea. Capital del imperio donde nunca se ponía el sol y que por decisión del Rey Felipe II trasladó la corte convirtiendo a Madrid en la primera capital permanente de la monarquía española.
Mi familia fue una de tantas que decidió hacer de Madrid su residencia habitual. Don Luis Fernández Sánchez hijo de Manuel Fernández y Josefa Sánchez, naturales del municipio asturiano de Infiesto y su esposa Doña María Díaz Rubio hija de Tomás Díaz y Bibiana Rubio, nacida en la villa madrileña de Morata de Tajuña, ambos mis pentatarabuelos, fueron los padres de la primera madrileña nacida en la Villa y Corte, mi trastatarabuela Josefa Fernández Díaz.
Josefa nació un 25 de abril de 1828, y cuatro días después fue bautizada en la parroquia de San Pedro el Real, entre la madrileña calle del Nuncio y Costanilla de San Pedro, en el barrio de puerta cerrada. Este templo empieza a conocerse como San Pedro el Viejo tras la construcción de la iglesia de la Virgen de la Paloma y San Pedro el Real, ubicada en la plaza de la Paloma, para así distinguir a una de otra.
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Iglesia de San Pedro el Viejo donde fue bautizada mi trastatarabuela en 1828 |
El 15 de agosto de 1852, Eusebio Villalba Buendía, mi trastatarabuelo, llegó a la Villa de Madrid dejando a sus padres José Villalba y Eugenia Buendía en Torralba, su municipio natal ubicado en la Alcarria Conquense.
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Árbol genealógico desde mediados del siglo XVIII hasta mediados del XIX
Contrajo matrimonio con Josefa y durante los primeros años de su
matrimonio residieron en la calle de Urosas 2 piso 4º puerta 2. El número 2 de
la calle Urosas hacía esquina con la calle Atocha número 18 aunque en 1903
cambiaron el nombre de la misma a Luis Vélez de Guevara. En este domicilio
nacieron los dos hijos del matrimonio, José y Dionisio, este último mi
tatarabuelo. Según el padrón de 1860 Eusebio
ejercía como Peón de fontanero, cargo que ejerció varios años hasta que fue
nombrado Maestro fontanero y destinado al Arca de fontanería segunda Los
Mochuelos ubicado en el extrarradio de Madrid, en la calle Arroyo Abroñigal
2 Fontanería, muy próximo a la Carretera de Aragón o Carretera de la
Junquera, actual calle de Alcalá a la altura del Puente de Ventas. El Arca de Fontanería también recibía
el nombre de Casilla Mochuelos o Casa de los Mochuelos, no confundir con la presa
de Los Mochuelillos que estando muy próxima formaba parte del viaje del agua
del Alto Abroñigal.
La Casa Mochuelos era una dependencia
municipal puesto que era el propio Ayuntamiento de Madrid quien la construyó y
quien se encargaba de suministrar el agua a los vecinos de la Villa a través de
los viajes del agua que a su vez daban servicio a las fuentes públicas. Así pues, La casa Mochuelos, era la
residencia del fontanero principal, en este caso mi trastatarabuelo Eusebio y
su familia, donde se encargaba del mantenimiento de la misma, así como de todo
el viaje del Agua en la segunda mitad del siglo XIX y los primeros años del
siglo XX. Según la normativa municipal, nadie, a excepción del fontanero y su
familia, podía tener acceso al área de fontanería salvo autorización expresa
del consistorio y en momentos puntuales en los que el fontanero principal
tuviera que ausentarse sería un miembro de la familia debidamente formado el
que se hiciera cargo de dicha dependencia municipal. Del mismo modo se prohibía tener
cualquier tipo de animales tales como gallinas u ovejas para mantener en todo
momento la salubridad del Arca de fontanería permitiendo únicamente la tenencia
de un perro guardián. También estaba prohibido el cultivo de alimentos propios.
 Plano
de Madrid y su entorno, 1856 de Obregón, Coello y Febrer.
Según recoge el “Estudio histórico
crítico de la villa de Madrid” de Manuel Cristóbal y Mañas de 1900,
la Casa Mochuelos tenía una superficie de 63,58 metros cuadrados con una
valoración de 2702 pesetas. Aquí se refiere solo a la construcción, no al
terreno. Recorte del estudio histórico crítico de la villa de Madrid
por Manuel Cristóbal y Mañas, 1900 En 1926 se
publica el “Resumen de los trabajos realizados por las dependencias
municipales durante el año económico 1924-1925”. En el apartado de
inventario municipal se puede observar como la Casa del guarda de Fontanería
(Los Mochuelos) tiene una superficie total de 1103,09 metros cuadrados con una
valoración de 2702 pesetas. Inventario
de dependencias municipales, 1926
Tras el
fallecimiento de mis trastatarabuelos, Eusebio y Josefa, parece ser que la casa
Mochuelos no tuvo habitantes, lo cual no quiere decir que no siguiera en
funcionamiento.
Josefa falleció el 11 de Noviembre de 1897 a
la edad de 69 años por “enterocolitis”
tal y como recoge La Gaceta de Madrid en su edición de 14 de Noviembre
del mismo año. Gaceta
de Madrid, edición del Domingo 14 de Noviembre de 1897 |
Eusebio siguió viviendo hasta su
fallecimiento en la Casa de Mochuelos hasta el 28 de Enero de 1906. Según
consta en los documentos que he podido rescatar ejercía como Guarda de
fontanería, entiendo que a cambio de seguir viviendo en esta dependencia
municipal. La casa Mochuelos siguió apareciendo en los padrones que elabora el
ayuntamiento de Madrid, al menos, hasta 1920 pero sin habitantes.
Ya bien entrado el siglo XX y con el Arca
de fontanería sin un fontanero principal se creó un puesto de guardia de
fontanería ubicado en la calle Pignatelli 1 recayendo este cargo sobre Tomás
Pérez Diaz que percibía un jornal de 4 pesetas (1920) por la vigilancia de la
casilla de fontanería.
En 1913 se propuso construir en la
casa Mochuelos una escuela donde albergar 12 aulas tal y como recoge el
Proyecto de construcción de edificios escolares de Luis Talavera para el
Ayuntamiento de Madrid.
Proyecto
de construcción de edificios escolares de 1913
También
en 1908 se publicó el “Reglamento del servicio de Fontanería y Alcantarillas”
donde se recoge la enumeración del personal necesario para dicho servicio puesto que los viajes de Agua empezaban a perder protagonismo por la fuerte irrupción del Canal de Isabel II. Con
la desaparición de un fontanero titular en el viaje se procede al nombramiento
del personal
necesario para todos los viajes del agua como se puede apreciar en la siguiente
imagen:
Siguiente publicación: Viaje del Agua Bajo Abroñigal.
Un trabajo de investigación magnífico, muchas dedicación y ganas de descubrir sobre la familia que a mí cada día me sorprende todo lo que has conseguido, mi gran enhorabuena!!!!
ResponderEliminarYa sabes que lo hago con mucho gusto. He disfrutado mucho descubriendo la historia de nuestra familia que para mí ha sido una gran sorpresa. Un abrazo prima
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